La foto es para los que no conocen mi pobre auto. Estaba todo hecho mierda pero yo lo quiero jaja 

Y bueno, llegó finalmente el momento. Vendí el auto. Turcomovil has left the house. Mañana lo pasan a buscar y me quedo por un tiempito sin auto hasta poder comprar uno mejor. Lo extraño son todas esas anécdotas que surgen cuando uno se pone a pensar; y es re loco todo lo que uno vive dentro de un auto. Creo que este año debo haber llevado ahí adentro al 95% de la gente que conozco. Cada salida significaba una mangueada del tipo "me tirás hasta mi casa??" y luego a dar vueltas por la ciudad mientras el marcador indica con luz roja "negro, no seas rata, y poneme algo de nafta, che". Con respecto a ese tema, esperemos que el próximo auto gaste menos, porque éste decía eso demasiado seguido!! Y los amigos simepre dicen -"Turco, querés algo de plata para la nafta??" -"No, che, faltaba más"... Faltaba más plata en mi bolsillo, la puta madre, por qué carajo no acepté, mirá como se me fueron los últimos 20 pesos del mes!!!!!
Y sí, tener un auto es toda una responsabilidad... pero bueno, las noches de joda y de gira con la gente que quiero no me las quita nadie, y el auto ha sabido ser una importante parte de eso este año... Gracias, Turcomóvil, no te vamos a olvidar!!!!!

El Futuro, de Julio Cortázar

Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle, en el murmullo que brota de noche
de los postes de alumbrado, ni en el gesto
de elegir el menú, ni en la sonrisa
que alivia los completos en los subtes,
ni en los libros prestados ni en el hasta mañana.

No estarás en mis sueños,
en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes o una blusa.
Me enojaré, amor mío, sin que sea por ti,
y compraré bombones pero no para ti,
me pararé en la esquina a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen
y soñaré los sueños que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro, la cárcel donde aún te retengo,
ni allí fuera, este río de calles y de puentes.
No estarás para nada, no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.

Salvo el crepúsculo, Buenos Aires, Ed. Alfaguara, 1996